Además del tema de salud como el principal obstáculo para garantizar un regreso ordenado y seguro en el béisbol de las Ligas Mayores, otro punto medular en las negociaciones entre los dueños de los equipos de la Gran Carpa y los peloteros se centra en las cuestiones salariales que permitan un acuerdo de ambas partes para garantizar la realización de la temporada 2020.
De acuerdo al informe entregado por la oficina de las mayores a la Asociación de Jugadores Ligamayoristas, de no alcanzar el acuerdo propuesto por los dueños de los equipos, el cual considera una distribución en sueldo equitativa de 50-50 a los ingresos obtenidos, cada partido a puerta cerrada de la campaña representaría una perdida en promedio de 640 mil dólares en un calendario de 82 partidos.
Según la agencia AP, que tiene copia del documento de 12 páginas titulado “Economía de Jugar sin Espectadores”, sin un arreglo de repartición equitativa de ganancias como lo plantean los propietarios, los Yankees de Nueva York serían la franquicia más perjudicada con $312 millones de dólares en pérdidas, seguidos de los Dodgers de Los Ángeles, con $232 millones y los Mets, con $214 millones.
Hace un par de meses, después del paro indefinido de actividades, tanto propietarios como jugadores llegaron a un acuerdo para respetar los sueldos y hacer el pago proporcional por partido según el número de compromisos a jugar en 2020, mientras que en caso de cancelarse la temporada, los peloteros recibirían $170 millones de dólares distribuidos por el tipo de contrato; sin embargo, esa proyección se hizo considerando estadios abiertos para los aficionados.
Según las cifras presentadas por los dueños, en caso de que los peloteros no acepten su propuesta con el nuevo ajuste salarial, los beisbolistas estarían recibiendo cerca del 90% por ciento de los ingresos
