Los organizadores de los Juegos Olímpicos de Tokio y el COI evitarán incurrir en gastos innecesarios en las justas que se han reprogramado para 2021, luego de un aplazamiento que se espera cueste miles de millones de dólares adicionales.
John Coates, el miembro del Comité Olímpico Internacional que está a cargo de la misión de inspectores de Tokio, dijo en una teleconferencia el jueves que los recortes podrían darse en rubros como hospitalidad y la cobertura en vivo de competiciones con pantallas gigantes en zonas públicas.
“¿De veras es necesario contemplar gastos de hospitalidad para patrocinadores, medios audiovisuales y los comités olímpicos nacionales?”, se preguntó Coates, dando a entender que la pandemia de coronavirus desalentaría el entusiasmo para eso. “Después de todo, muchos de los canales de TV no tendrán una gran presencia aquí frente a una reducción de la publicidad por el declive económico”.
El COI tenía previsto desembolsar 600 millones a las federaciones este año, por ingresos de los Juegos de Tokio. Algunas federaciones dependen casi que exclusivamente de las aportaciones del COI para subsistir.
Un reportero de NHK, la cadena de televisión pública de Japón, preguntó al presidente del comité organizador Yoshiro Mori si el COI “debería dar la mano en los gastos” a Tokio.
“Estamos en medio de un estudio y revisión de los gastos adicionales”, dijo Mori. “Desde luego que sabemos que tendremos que pagar lo que se tenga que pagar. “Sin embargo, lo que se procura es reducir los gastos lo máximo posible”.
El director ejecutivo de los Juegos, Toshiro Muto, prometió que van a replantearse las prioridades de gasto.
“Vamos a responder a los pedidos de las federaciones y comités olímpicos nacionales”, dijo Muto. “Si se satisface a todos los pedidos de esas entidades los costos serían exorbitantes”.
A Coates se le preguntó que explicase si Japón estará en condiciones de recibir los Juegos dentro de 15 meses. El propio Muto planteó sus dudas la semana pasada.
Los casos de coronavirus en Tokio se han incrementado, y el primer ministro Shinzo Abe declaró un estado de emergencia, ordenando un confinamiento de la población en sus casas.
La cita de Tokio debe reunir a 11.000 deportistas y 4.400 deportistas parolímpicos, además del personal de apoyo de 206 comités olímpicos nacionales. También implica muchos viajes por todo el mundo y recibir el aval para congregaciones masivas de gente — 75.000 en el nuevo estadio nacional de Tokio y de entre 10.000 y 15.000 en varias arenas.