Jerry Stackhouse fue compañero de Michael Jordan en la última temporada que jugó la leyenda (2002-2003), pero esa experiencia tumbó del altar que tenía al considerado por muchos el mejor jugador de la historia.
«Con toda honestidad, ojalá no hubiera pasado yo por los Wizards. Estaba en Detroit en un equipo que iba a más y cuando parecía que podíamos hacer algo importante, me mandaron a Washington. Fue difícil jugar con alguien que era tu ídolo pero que en ese momento no era mejor que yo. Yo, en ese punto, era mejor. Y el juego seguía pasando por él», dijo Stackhouse en una entrevista con ESPN.
Stackhouse, que ahora entrena a la Universidad de Vanderbilt, tenía 28 años cuando llegó a aquellos Wizards 2002-03. Venía de ser dos veces All Star en Detroit Pistons, donde había promediado casi 30 puntos por partido dos años antes. Era el embrión de los Pistons campeones en 2004, que de hecho recibieron en esa operación al escolta Rip Hamilton.
«Doug Collins (el entrenador), y no tengo nada contra él, al contrario, intentó corregir algunas de las cosas que igual creía que no había hecho bien con Jordan en Chicago. Así que básicamente hacíamos lo que quería Jordan.
Empezamos bien, pero a él no le gustó porque yo era el referente en ataque. Jordan quería más aclarados en el poste, y eso empezamos a hacer. Las cosas cogieron una dinámica que acabó no gustándome nada. Perdí parte de la adoración que había sentido por él hasta entonces», dijo el salido de la Universidad de Carolina del Norte, como Jordan.