¿Los Juegos Olímpicos de Tokio-2020, que deben disputarse del 24 de julio al 9 de agosto, podrían ser anulados, cancelados o disputarse a puerta cerrada? ¿Quién tomaría esa decisión y cuándo?
La crisis provocada por el nuevo coronavirus despierta muchos interrogantes y pese a que el Comité Olímpico Internacional (COI) rechaza hablar de estos escenarios, el mundo del deporte se hace preguntas.
Desde el inicio de los Juegos modernos (Atenas en 1896), ni los boicots (en 1980 a Moscú y en 1984 a Los Ángeles), ni el virus SRAS (en 2003) o el zika (antes de Rio-2016) no han podido con los Juegos.
Sólo las dos guerras mundiales provocaron la anulación de los Juegos previstos en 1916 en Berlín, en 1940 en Sapporo (invierno) y Tokio (verano), y 1944 en Cortina d’Ampezzo (invierno) y Londres (verano).
En teoría, el COI tiene el poder de anular los Juegos o de retirárselos a Tokio, pero su presidente Thomas Bach insistió el pasado miércoles que la instancia olímpica no se ha planteado por ahora «ni la anulación ni el aplazamiento» de la cita.