Cuatro temporadas y 89 juegos como sustituto pagaron dividendos. Ramón de Jesús Ferrer, que en 2016 se convirtió en el primer dominicano en arbitrar en un partido de Grandes Ligas, es ya un umpire a tiempo completo en el máximo nivel. Esta semana obtuvo su certificado.
El monteplatense de 35 años que se uniforma con el número 18 será uno de los 74 jueces que trabajarán la campaña 2020. El desempeño en esos cuatro cursos arrojó notas altas y los viajes a AAA quedan en el pasado. Desde ese 16 de abril de 2016 ocupaba una plaza como call-up umpire, es decir, que cada vez que un oficial del staff de MLB disfrute de su bloque de vacaciones o sufra algún percance físico, podía ser llamado.
La información fue anunciada por la MiLB Umpire Academy en su cuenta en Twitter. Junto al quisqueyano también fueron promovidos los estadounidenses Ryan Blakney, Nic Lentz, Chris Segal y Jansen Visconti.
Un nombramiento que llega tras un 2019 donde trabajó la mayor parte de los partidos (47). Un árbitro labora en promedio 112 partidos por campaña, un cuarto de ellos (28) detrás del home plate, donde tiene que cantar 4,200 pitcheos, de acuerdo con un estudio de la Boston University. Esta promoción se sentirá en su cuenta bancaria. Un árbitro devenga un máximo de US$23,400 por los seis meses que puede extenderse la temporada en AAA (a razón de US$3,900 por mes) antes de los recortes de impuestos y otros US$66 como dieta por juego.
El salario base para un árbitro en la categoría novato en la MLB arranca en US$170,000 y puede llegar hasta los US$450,000 (la categoría senior). A eso se agregan US$1,000 por dieta diaria, una que sube a US$5,000 si se trata de ir al Juego de Estrellas y partidos de playoff.
El histórico de la MLB revela que en 144 años solo 360 árbitros han ocupado la posición de titulares.
Ferrer se sumó a otros tres umpires extranjeros en las mayores, incluyendo al venezolano Manny González, el cubano Ángel Hernández y el mexicano Alfonso Márquez.
Ferrer abrazó este oficio a los 20 años (2004) cuando abandonó sus estudios de informática en la UASD por el curso de inglés en inmersión de la MESCyT y comenzó a laborar en la Liga de Verano. Su aterrizaje en los Estados Unidos llegó 2009, y desde entonces su ascenso ha sido meteórico, con asistencias a Juegos de Estrellas hasta anclar en Triple A en 2012.
Desde 2010 ha laborado en la Lidom.
“Nos sentimos muy contentos por el progreso que ha venido teniendo nuestro árbitro, Ramón de Jesús Ferrer en las Grandes Ligas, lo que demuestra la alta calidad de los árbitros que participan durante las Series del Caribe”, comentó el licenciado Juan Francisco Puello Herrera, Comisionado del Caribe.