Se carece de un libro específico para fichar a un jugador para el baloncesto universitario de los Estados Unidos, pero sí existen algunos lineamientos a tomar en cuenta por los entrenadores de ese país en las tres categorías de la National Collegiate Athletic Association (NCAA).
“En ese proceso de reclutamiento de jugadores, no hay una ciencia específica”, dijo el entrenador dominicano de la Universidad de Illinois, Orlando Antigua. El técnico encabezó una charla sobre el “Reclutamiento en Estados Unidos y República Dominicana”. La charla-conversatorio fue organizada por la Federación Dominicana de Baloncesto, que preside Rafael Uribe y fue realizada de 4-6 p.m. de este lunes a través de la plataforma Zoom y en la misma sirvieron de guías los técnicos Melvin López y José Mercedes.
El reclutamiento de un jugador va marcado en diversas ocasiones por las conexiones del coach y sus asistentes. “Muchas veces nosotros a nivel colegial de todos los niveles (División I, II, II), necesitamos conectarnos con la gente que tenemos relaciones”, expresó el técnico.
De ahí en adelante se lleva a cabo una secuencia de pasos en el que se miden diferentes factores.
“¿Cómo comenzamos el proceso de evaluar al estudiante al atleta?”, señala Antigua, cuestiona Antigua, pues con los asistentes, labor que a nivel colegial sugiere tener “muchas relaciones”, dado que el entrenador principal es solo una persona “y no puede ver toda la gente que nos recomiendan, entonces nosotros usamos nuestras relaciones primero”.
En este caso, si una persona con conocimiento recomienda a un jugador, uno lo valora y comienza a evaluar: cuál es el talento en principio: “es grande, tira, y ver la forma cruda, después de esto uno va tratando de conocer al muchacho y ver la trayectoria de él”.
Eso incluye ver las personas que está alrededor de él, depende dónde está jugando, el coach que tiene, so es buen coach, donde juega en el verano, en qué sistema está jugando. “¿Tiene la posibilidad de jugar internacional? Si es dominicano o latino uno puede ver si puede pertenecer a una selección”, señala Antigua. “Todo eso uno lo va mirando para captar un perfil del muchacho”.
“Luego el próximo paso es evaluarlo académicamente. Si es posible qué va a provechar si uno le ofrece una beca”, dice. La parte académica es uno de los factores en que más dificultad tiene el jugador dominicano en Estados Unidos, como también exigentes exámenes que medirán su nivel académico, uno de ellos el TOEFL.
Después se observa “lo personal, sobre si es trabajador, si le gusta mucho practicar, cómo compite”, destaca Antigua.
La parte académica
Antigua sugirió que cuando el jugador está en su segundo año de bachillerato, “se comienza el proceso de evaluar el nivel académico del muchacho”.
Al profundizar en ese sentido destaca: “Es importante coger y preguntar si está en el grado correcto. Porque muchos muchachos pueden comenzar tarde o temprano el bachillerato. Todo eso es importante para el proceso de la NCAA, que viene después”.
Su edad tendrá que ver en el futuro si podrá entrar en una universidad de la División I de la NCAA, lo cual es un requisito para este nivel.
“Luego ver si ha jugado profesional, si ha jugado con algún club profesional”, señala Antigua.
Lo ideal sería, para becar a un jugador, luego de superar todos esos elementos es conseguirlo a temprana edad. “Cuando queremos ayudar a un jugador queremos que llegue con séptimo grado o noveno grado porque se le hace más fácil llegar a la NCAA
El contacto
Otra de las reglas es que como asistentes “no pueden tener contacto con jugadores hasta que ellos completen su segundo año”.
Precisa que el por ejemplo el próximo 15 de junio “podemos empezar a hablar con esos jugadores que han terminado su segundo año de bachillerato”, pero “antes de eso no podemos tener contacto directo con el jugador”.
Se puede, sin embargo, “hablar con los coaches y ellos -los coaches- sí pueden llamarnos a nosotros, pero nosotros no a ellos”.
Ya luego a partir del 15 de junio, con los jugadores que han terminado su segundo año del bachillerato entonces es ahí cuando se va estableciendo la relación directamente con el atleta.