Amén de que la crisis del COVID-19 permita la celebración de Tokio 2020 regresar a los Juegos Olímpicos vuelve a complicársele a la lucha dominicana. Al clasificatorio continental de Canadá que terminó ayer el país asistió con nueve peleadores, pero vino con las manos vacías.
Juan Rubelín Ramírez, medalla de plata en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, fue el de mejor desempeño, pero su sueño japonés terminó en semifinal. En los 57 kilos, tras ganar en cuartos al mexicano Robert Alejandro (16-5), en semis fue aplastado por el estadounidense Thomas Gilman (11-0), eventual ganador del cupo y actual campeón del mundo.
En los 65 kilos, Álbaro Rudesindo, también plata en Lima, se quedó en cuartos ante el argentino Agustín Destribats (7-2). Luis Miguel Pérez (97 kg) alcanzó la semifinal, mientras que Julio Rodríguez (74 kg) sucumbió en cuarto, en el estilo libre. En greco también se despidieron a esa altura Jancel Pimentel (60 kg), Enyel Feliciano (67), Carlos Adames (87 kg) y Leo Santana (130 kg).
En femenino, la única representante fue Yésica Oviedo, que perdió sus dos combates de libre en los 62 kg. El torneo otorgaba el pase a tierra asiática a los finalistas.
La última opción para ganar el boleto olímpico será el clasificatorio mundial, que está programado para junio en Sofía, Bulgaria.
Franklin Gómez, dominicano radicado en Puerto Rico que ya representó la Isla del Encanto en Londres 2012 y en Río 2016, logró su boleto ayer, en los 74 kilos.
La lucha dominicana no asiste a los Olímpicos desde que Jansel Ramírez lo hizo en Atenas 2004, con dos derrotas en la modalidad de 55 kilos. Antes de él estuvo Ulises Valentín, único que asistió dos veces, con Barcelona ’92 y Atlanta ’96. Anteriormente estuvieron Sirvio Severino en Los Ángeles ’84 y José Defrán en México ’68
