El sábado, Tom Roberts acabó su turno en uno de los hospitales de Cardiff y se dirigía a su casa a descansar. Pero cuando llegó al lugar en el que había aparcado su bicicleta, se llevó una desagradable sorpresa: no estaba donde la había dejado. Alguien había roto el candado de seguridad y se la había llevado, sin dejar rastro. Ni en una crisis de este calibre se detienen por completo las actitudes más deleznables de la sociedad.
Disgustado, este anestesista galés se fue caminando a su casa, trayecto que aprovechó para denunciar el robo en su cuenta de Twitter, más como desahogo que esperando algo de alguien: «Para la persona que me ha robado la bicicleta mientras estaba trabajando en la unidad de cuidados intensivos: espero que la disfrutes».
Enseguida, recibió decenas de mensajes de ánimo, de condena por lo sucedido, de cabreo hacia el ladrón. 45 minutos después del tuit, llegó una respuesta inesperada. «Escríbeme, por privado amigo», le dijo Luke Rowe, corredor del equipo Ineos, gregario fundamental en los recientes éxitos del equipo en el Tour de Francia. Sin su labor en el llano, no se explican las últimas victorias de Chris Froome, Geraint Thomas y Egan Bernal.
«NO SABÍA MUY BIEN QUIÉNES ERAN»
21 minutos después de que Rowe le solicitara hablar en privado, Tom Roberts escribía un nuevo mensaje: «Muchas gracias Luke Rowe por el generoso regalo de una nueva bicicleta. ¡Lo agradezco mucho!». No iba a ser la única oferta recibida. Chris Boardman, antiguo recordman de la hora y uno de los mejores contrarrelojistas de los años 90 también le ofreció su auxilio.
«Había oído hablar de ellos, me sonaban, pero no sabía muy bien quiénes eran», ha explicado Roberts a la BBC en una entrevista en la que ha contado que Rowe no sólo le ofreció una bicicleta, sino que le preguntó por su altura y por el tipo de bici al que estaba acostumbrado. Respondidas las preguntas, Rowe le prometió hacerle llegar una nueva montura con la que Roberts podrá seguir acudiendo a su hospital para prestar su imprescindible servicio a la sociedad galesa.