Ben Luderer, un saludable entrenador de béisbol de secundaria de apenas 30 años, murió de COVID-19 en Nueva Jersey, días después de ser enviado a casa desde un hospital, según su viuda.
Esta mañana, las cifras actualizadas suman 25,590 contagios y 537 fallecidos en Nueva Jersey, el segundo estado con más casos en el país. A nivel nacional hay 245,442 casos y 6,098 muertes.
El profesor residente en Cliffside Park comenzó a sentirse enfermo unos días después de que su esposa y colega Brandy Luderer dio positivo por el contagio el 19 de marzo, dijo ella a BuzzFeed.
El entrenador deportivo, que también era maestro de educación especial, no tenía problemas de salud subyacentes, pero se sintió tan mal el viernes pasado que fue a un hospital no identificado, donde le dieron medicamentos y le pusieron oxígeno, dijo su viuda.
Luego se le aconsejó regresar a casa en medio de temores de que ser hospitalizado empeoraría su condición. No se informó si en ese momento le hicieron la prueba del virus.
Para el domingo por la noche, el entrenador estaba aislado en una habitación en su hogar, desde donde enviaba mensajes de texto a su esposa, diciendo que estaba sufriendo y que no podía moverse de la cama, dijo Brandy.
“Regresé para ver qué podía hacer. Intenté todo lo que pude”, dijo su esposa. “Estaba sudando a través de su ropa. Él estaba asustado”. Cuando ella lo revisó a las 6 a.m. del lunes, estaba muerto.