En 54 ceremonias de inducción del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano nunca llegó un expediente tan grueso como el que se introdujo este domingo en su edición 55. Tres medallistas olímpicos (por primera vez), incluyendo dos de oro, un bateador de 541 cuadrangulares, la tenimesista más laureada y dos propulsores que marcaron el despegue y vuelo del deporte aficionado.Imagen
El templo, con sede en el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte, acoge desde el domingo a Félix Sánchez, el más grande atleta olímpico de la historia dominicana, Gabriel Mercedes (taekwondo), David Ortiz, Rafael Furcal y Julián Tavárez (béisbol), Nieve Xue Wu (tenis de mesa), José Luis Saint Claire (softbol, fallecido en 2014), Miosotis Heredia (halterofilia), y los propulsores Carlos Lamarche Rey y Nelly Manuel Doñé, este último fallecido en 2019.
Wu, que aportó al país 14 medallas entre Panamericanas y Centroamericanas y del Caribe, no pudo hacer el viaje desde China.
Como invitado especial se requería una figura de gran altura y el lugar fue ocupado por Nate Archibald, uno de los mejores 50 jugadores de la NBA de todos los tiempos, un visitante asiduo al país aun en el tope de su carrera. Lleva décadas ofreciendo clínicas en los clubes, gracias a su relación con el inmortal Eduardo Gómez.
Día para muchos agradecimientos y revelaciones no habituales. En ese relato, Sánchez se refirió en público a su madre como pocas veces si es que lo había hecho y explicó cómo su relación con el país y convertirse en padre le ayudaron a superar frustraciones.
“Cuando yo nací ella se divorció de mi papá y se fue lo más lejos posible, de Nueva York a California y tuvo que trabajar mucho, estaba muy ausente en mi carrera deportiva, en mis juegos, en mis competencias, pero siempre yo vi de lejos el esfuerzo, no lo entendí en el momento, pero ahora siendo padre (de dos niños) y teniendo la oportunidad de compartir con ella más entiendo lo que ella estaba haciendo, yo no lo valoraba hasta ahora. Ella hizo un tremendo trabajo conmigo, una madre soltera, con la ayuda de mi abuela, no es fácil con tres muchachos solas y agradezco su esfuerzo, su y su dedicación a su familia, para ser madre y padre a la vez, gracias mamá”, dijo Sánchez.
“El amor que siempre quería en mi vida Dios me lo multiplicó por 10 millones y gracias Dominicana por amarme por donde sea que vaya me abrazan, me felicitan y me agradecen por el esfuerzo de 17 años sacrificando todo para subir los tres colores en alto. Quisqueyanos valientes, gracias”, dijo el monarca de los 400 metros con vallas en Atenas 2004 y Londres 2012.