El fuerte carácter de Maurizio Arrivabene se hizo legendario en el paddock durante sus cinco años (2014-2018) al frente de Ferrari. Sus malos modales ante los periodistas parecían sólo la punta del iceberg durante aquellos duros años de guerras intestinas en la Scuderia. Sin embargo, el adusto empresario ha sacado estos días su perfil más solidario para arrimar el hombro en la crisis del Covid-19.
Arrivabene ejerce como voluntario en el servicio de ambulancias italiano, según ha confirmado el diario Il Resto del Carlino. «Fiel a su impostado estilo de cascarrabias con gran corazón, Arrivabene ha preferido no decir nada a nadie. Sin embargo, desde que comenzó la tormenta se ha puesto a disposición para conducir las ambulancias y llevar a los ancianos a los hospitales. En resumen, ¡se ha hecho piloto!», adelantaba el periodista Leo Turrini, toda una referencia en la información del equipo de Maranello.
Hay que recordar que tras perder la batalla interna con Mattia Binotto a finales de 2018, Arrivabene abandonó Ferrari para convertirse en miembro de la junta directiva de la Juventus, el gran dominador de la Serie A en la última década.
«NO TODO ES DE COLOR DE ROSA»
La labor de Arrivabene no es el único caso ejemplar que ha dado la Fórmula 1 a Italia en las últimas semanas. Sin ir más lejos, Mario Isola, máximo responsable de Pirelli en el Gran Circo, también se ha puesto a trabajar como voluntario paramédico en Milán.
«Te das cuenta de que no todo es de color de rosa y puedes ver a personas expuestas a situaciones realmente difíciles», desveló Isola, cabeza visible del único distribuidor de neumáticos en el Mundial, sobre su desinteresada colaboración con Croce Vola.
Después de más de un mes de lucha contra la pandemia, Italia cuenta con 181.228 casos confirmados y 24.114 fallecidos por el coronavirus, según las cifras oficiales distribuidas este martes.
